viernes, 3 de junio de 2011

Los amantes del círculo polar.




Del directore Julio Medem. Esta es una historia de amor geométrico, circular, eterno, secreto e íntimo.

Narra las vidas de Ana y Otto, dos personajes unidos por el destino de sus nombres capicúa.

Todo comienza a la salida del colegio, los dos niños salen corriendo hacia la misma dirección y se encuentran. La casualidad que estábamos esperando. La historia de sus vidas gira entorno a más y más casualidades que les une. Dividida por capítulos que nos muestran la historia desde la mirada de Ana y desde la de Otto, dos amantes protagonistas de un amor circular que vuelve siempre a sus inicios, un amor que se hace eterno en el círculo polar ártico.

El punto más fuerte de la película es el diálogo. La narración del metraje cumple un círculo, acabándose donde empieza. La fotografía, sobre todo en las escenas en Finlandia es increible. El papel de Ana, perfectamente interpretado. El de Otto (Fele Martínez), lamentablemente no tanto para mi parecer, pero aún así, la unión de sus interpretaciones hacen que te sumerjas en esta apasionante historia de amor. El reencuentro de los protagonistas conduce hacia un doble final que nos hará pensar, lejos de la amarga realidad, en un amor eterno.

Estar enamorada no es fácil. No basta con desearlo, hay que oírlo.
Salta por la ventana. ¡Valiente!
Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande.
Podría unir mi vida uniendo casualidades. La primera y la más importante fue la peor...
Cuando hace frío la mayoría de las cosas van más deprisa o llegan antes, me refiero a las casualidades. Me encanta que haga frío.





Os recomiendo esta película para todos los momentos, sobretodo para cuando estás enamorado o has dejado de estarlo, porque te llena el corazón de sueños y energía.


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